El mantenimiento de las instalaciones de climatización es imprescindible para alargar su vida útil y conseguir un nivel de confort adecuado. En el caso de los sistemas HVAC (un acrónimo de las palabras Heating, Ventilation and Air Conditioning, es decir, calefacción, ventilación y aire acondicionado) de los que ya hemos hablado anteriormente, el protocolo a seguir es parecido al resto de opciones climáticas; pero es importante dejarse guiar por expertos en la materia como nuestros técnicos de RoigSat acreditados, que no solo se encargan de hacer el mantenimiento y que no tengas que preocuparte de nada, sino que también te dan consejos para el día a día. Al fin y al cabo, realizar un mantenimiento preventivo puede evitar averías costosas y mejorar la calidad del aire interior. Aquí tienes algunas de las tareas más comunes que se realizan en el mantenimiento preventivo de sistemas HVAC:
1. Limpiezas generales:
- Limpiezas de filtros: Los filtros de aire se tienen que limpiar o sustituir periódicamente para evitar la circulación de aire contaminado y mejorar la eficiencia energética.
- Limpiezas de las bobinas: Las bobinas del evaporador y el condensador tienen que mantenerse limpias de suciedad, polvo y otros contaminantes para un rendimiento óptimo.
- Limpiezas de las canalizaciones: Los conductos de aire pueden acumular polvo y otras partículas que pueden afectar a la calidad del aire. Se debe hacer una limpieza regular para evitar la contaminación.
2. Revisión de componentes mecánicos.
En este caso, desde RoigSat recomendamos que solo profesionales acreditados se hagan cargo del mantenimiento de esta parte del sistema de climatización para evitar averías y otras problemáticas.
- Revisión de las turbinas y ventiladores: Comprobar que las turbinas y ventiladores funcionen correctamente y no tengan ruidos extraños. Lubricar las partes móviles para evitar el desgaste prematuro.
- Comprobación de las correas y pulsadores: Asegurarse de que las correas estén ajustadas correctamente y no presenten desgaste excesivo.
3. Revisión de los sistemas de refrigeración y calefacción:
- Niveles de refrigerante: Comprobar los niveles de refrigerante y rellenarlos si es necesario. Una cantidad baja de refrigerante puede reducir la eficiencia y causar daños en el sistema.
- Comprobación de la presión de gas: Verificar que los sistemas de refrigeración y calefacción tengan las presiones correctas para el funcionamiento óptimo.
4. Revisión eléctrica:
- Comprobación de las conexiones eléctricas: Inspeccionar todos los cables y conexiones para detectar signos de desgaste, daños o corrosión.
- Comprobación de la temperatura del equipo: Si el sistema tiene elementos eléctricos como termostatos o unidades de control, hay que revisarlos para asegurarse de que funcionen correctamente.
5. Comprobación de las condiciones ambientales:
- Comprobación de la humedad y la ventilación: Evaluar si el sistema mantiene las condiciones ambientales adecuadas, como la humedad relativa y la temperatura, dentro de los niveles óptimos.
6. Verificación del termostato:
- Calibración del termostato: Comprobar que el termostato esté calibrado y configurado para mantener la temperatura deseada y evitar un consumo excesivo de energía.
7. Control de escapes:
- Detección de escapes de refrigerante: Comprobar posibles escapes en las líneas de refrigeración o calefacción para evitar pérdidas de eficiencia.
8. Inspección de drenaje:
- Revisión del sistema de drenaje: Comprobar que el sistema de drenaje de condensados (por ejemplo, las líneas de drenaje de la unidad de aire acondicionado) no esté bloqueado.
Realizar un mantenimiento preventivo regular puede ayudar a alargar la vida útil del sistema HVAC y mejorar la eficiencia energética, reduciendo así los costes operativos a largo plazo. Una vez más, desde RoigSat recomendamos que el mantenimiento sea realizado por profesionales cualificados para garantizar que se cumplan todas las normativas de seguridad y rendimiento.
